Arquitectura: Adrián Pérez Cócera
Ingeniería: Adypau Ingenieros SLP
El prouyecto destaca por su conexión con el entorno natural y su respeto por los materiales locales. Utiliza una paleta de tonos terrosos que refleja la naturaleza circundante, generando una atmósfera cálida y acogedora. Los acabados de ladrillo y madera establecen un diálogo con la tradición, mientras las grandes aperturas invitan a la luz natural a jugar con las texturas del interior. La composición arquitectónica equilibra geometría simple con volúmenes integrados que aportan una sensación de serenidad, evocando un refugio en contacto directo con la tierra.